La melva pertenece a la misma familia de túnidos que el atún o la caballa, los ‘scombridae’, aunque la melva rara vez pasa del medio metro de longitud. El origen de su consumo está en la Antigua Roma y tiene un alto valor en el mercado por ser un producto más bien escaso y que exige una mano de obra muy precisa y con alto coste de producción. Es un pescado azul poco conocido en la zona norte de España, pero tremendamente popular en Andalucía, donde goza de un prestigio irrebatible.

La melva es considerada una importante fuente de nutrientes que ayudan a nuestro organismo a trabajar con normalidad. Aporta Omega-3 y Omega-6, que te ayudarán a controlar los niveles de colesterol y además tiene pocas calorías. Es rica en vitamina B y vitaminas liposolubles como la A y la D. Y en cuanto a minerales, es rica en fósforo, hierro, yodo y magnesio. Estos minerales te ayudarán en el fortalecimiento de los huesos y también en el mantenimiento del cerebro.

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